IGP ALTIPLANO DE SIERRA NEVADA

La flamante Indicación Geográfica Protegida Altiplano de Sierra Nevada está reconocida con este nombre por la Unión Europea desde el 1 de agosto de 2009. Ese mismo año, España y el gobierno autonómico también reconocieron esta indicación de calidad. Son más de veinte años ahora de una indicación de calidad para placer de los amantes del vino blanco, rosado y tinto principalmente. La altitud, sobre los 1000 metros en la mayoría de viñedos, favorece una maduración más lenta y uniforme de la uva, así como la formación de azúcares, polifenoles y las sustancias responsables del aroma varietal, favoreciendo el potencial enológico de las cepas en su fruto líquido, sus preciados Vinos de Altura.

Decir vinos IGP Altiplano de Sierra Nevada ya evoca en la mente de sus consumidores calidad, placer y satisfacción de beber buenos vinos.

Los viticultores tienen restricciones de cultivo para garantizar vinos excelsos, resultado de sus materias primas: las variedades blancas no pueden superar los 12.000 kg por hectárea y las variedades de uva tinta los 10.000 kg por hectárea de uva. El régimen térmico, de grandes oscilaciones entre el día y la noche (de hasta 23 ºC), condicionado por la altitud, favorece la calidad organoléptica de los vinos y su reputación. La diferencia entre las temperaturas máximas y mínimas diarias propicia la maduración adecuada del hollejo, la pulpa y las semillas, piezas claves para la elaboración de vinos de calidad.

Su extensión por las comarcas granadinas de Guadix, Baza y Huéscar autorizan que estos vinos sean genuinos de la zona, con bodegueros y viticultores de gran experiencia y saber hacer para que los vinos IGP ASN puedan ser apreciados en el sector especializado y el público general, que los tiene en gran valor.

Los vinos dispuestos para el consumo son vinos limpios, brillantes y, en el caso de vinos tintos, bien cubiertos de color, con aroma franco en los que se aprecian las características propias de la materia prima de la que proceden. En boca son frescos, sabrosos y equilibrados. Si hablamos de maridajes, desde aperitivos hasta postres locales completarían la mesa, también con otras IGP, como el Cordero Segureño, que nos harán recorrer estas comarcas en un paseo gastronómico panorámico; beber y comer de las proximidades de la cumbre de la España peninsular: Sierra Nevada.

La notoriedad de estos vinos, en la que se fundamenta el vínculo reconocido con su origen, se ha adquirido a partir del saber hacer de los vitivinicultores y sobre la base de las características edáficas y climáticas de la zona de producción, que la hacen idónea para la obtención de vinos de calidad, blancos, rosados y tintos afrutados y elegantes, jóvenes y con roble.

También, la IGP tiene reconocido el término tradicional «Vino de la tierra» y otros términos como «viejo», «noble» y «añejo» por las autoridades europeas, pero su nombre original es IGP Altiplano de Sierra Nevada.

Beber vinos de las cumbres de la península ibérica es: beber IGP Altiplano de Sierra Nevada.