Pago de Almaraes

Se trata de una construcción de unos 3500 m2, equipada con tecnología de última generación para la elaboración de este producto.

Dado que dentro de nuestro objetivo está el respeto al entorno y al medioambiente, decidimos que nuestra bodega estuviese en concordancia con la arquitectura tradicional de Benalúa que está representada por “la cueva”. Por todo esto, la zona de crianza, los salones de cata, los servicios complementarios, se mantuvieron de forma excavada en una cueva natural en las arcillas de la zona.

Pago de Almaraes ha sido diseñada premiando la concepción personal en el diseño y la policromía de la naturaleza que la rodea. El director de la obra capta desde el primer momento la intensa luminosidad de la zona y la diferencia de los espacios interiores creando un juego de claro-oscuros que explota de modo irrepetible.

La situación al sur de Europa, por consiguiente cercana al Mediterráneo y la proximidad a Sierra Nevada crean unas condiciones climáticas muy especiales, que permiten que la uva madure de forma lenta y natural. Más días de sol y menos humedad ambiental, hacen que la planta se desarrolle al margen de muchas plagas y condiciones que se dan en otros lugares.

La totalidad de hectáreas de viñedo con las que cuenta la bodega en la actualidad tienen una producción de alrededor de 200.000 kg de uva, aunque en el momento de plena producción se podría llegar a los 500.000 kg.

Desde la bodega Pago de Almaraes trabajamos con el cuidado máximo para respetar las características de los Vinos del Altiplano de Sierra Nevada,  para ello tenemos unos procesos específicos en la producción que seguimos rigurosamente.